La planta del café o cafeto pertenece al género Coffea y es de la familia de las rubiáceas. Son arbustos que pueden llegar a alcanzar los 20 metros de altura en estado salvaje y en función de la variedad. Sin embargo, y con el fin de facilitar la recolección, en las plantaciones se podan a 2-4 metros de altura.

El fruto del cafeto es una cereza o drupa y parece una cereza pequeña. Cuando nace es de color verde y, durante los 8-11 meses siguientes (según la especie, zona de cultivo y maduración), pasa por las distintas tonalidades que van del amarillo al rojo. En el interior de cada drupa hay 2 semillas separadas por un surco y rodeadas de una pulpa amarilla llamada tegumento o pergamino. Estas semillas son los granos de café.

• La semilla arábica: es sedosa, afrutada y con toques a cacao. Originaria de Etiopía, es la más extendida y consumida a nivel mundial. Tiene una concentración de cafeína en torno al 1,5%.
• La semilla robusta: es más fuerte y amarga, con toques a frutos secos y madera. También contiene más cafeína: entre un 2-3%.

¿Qué beneficios aporta el café?

La cafeína, consumida de forma moderada, es una gran aliada quemagrasas, ya que acelera el metabolismo. Además ayuda al organismo a afrontar esfuerzos físicos, y al cerebro, mejorando sus funciones cognitivas. La cafeína aumenta la dopamina y la norepinefrina, por eso el café se asocia a momentos de trabajo intenso, exámenes, noches en vela, etc.